Favicón Dragón Espectral

EN QUÉ ME HA AYUDADO CONOCER MI KIN PERSONAL…

Mi Kin personal

Como te contaba en mi blog anterior, me considero una buscadora.

Desde muy pequeña he sentido un impulso en mi interior, una sed insaciable, de saber y comprender, de encontrar respuestas, de conocerme y amarme, de conectar con los demás, de desentrañar el misterio de la vida, de… de…

A veces esta búsqueda realmente ha sido una “huida”, una manera de no querer sentir mi vacío interno, sino de llenarlo de conocimientos teóricos que no me servían para nada… iba como “pollo sin cabeza” de un lado a otro, picoteando aquí y allá, pero sin integrar todo lo que hallaba en mi camino de búsqueda.

Otras veces, ha sido una búsqueda consciente y sosegada, saboreando cada paso del camino; descubriendo pequeñas “joyas” de sabiduría que han aportado una clave realmente valiosa para mi Ser, para mi vida.

Una de esas “joyas”, la “reina de la corona”, ha sido descubrir el Sincronario de 13 Lunas y toda la sabiduría contenida en él; conocer mi KIN personal a través de mi Carta Natal Maya.

Recuerdo aun cuando calculé mi Kin (allá por el 2003), correlacionando la fecha de mi nacimiento en el calendario gregoriano con el Sincronario de 13 Lunas…

Estaba entusiasmada deseando escuchar lo que otra herramienta más tenía que decirme acerca de mí y… ¡¡menudo bofetón de realidad!!, cuando la sensación primera que tuve al ver y al leer acerca del Dragón Espectral fue de decepción total.

¡Así estaba yo en esa etapa de vida!… todavía pretendiendo “ser especial”, alejada de mi Ser y mi esencia personal.

El glifo (dibujo) del Dragón no me decía nada, no me gustaba el color rojo, me hablaba de la fuerza de la nutrición (¿pero qué es eso?), de que representaba el útero materno (madre que rollo). Me parecía una energía pesada, llena de responsabilidades… Y no te cuento del Tono Espectral nº11, que me hablaba de caos y de liberar cosas estancadas (What??).

Lo de la Onda Encantada del Mono como misión de vida, ya terminó de “fulminarme”… ¿mi misión de vida era disfrutar de la vida?… ¡¡pero qué tontada!!; “vaya misión de habas, pudiendo tener una de iluminar al mundo, poco menos”…

Hoy me río de ese momento y agradezco a mi “yo” de entonces que, a pesar de este jarro de agua fría, siguiese el llamado que surgía de su interior de profundizar más y más en esta herramienta.

Lectura de Carta Natal Maya

Ésa es una de las grandes cualidades del Dragón, que descubrí más tarde, su inagotable capacidad para nutrir su propio Ser (con una intuición especial de conectar con aquello que le va a permitir esta labor).

A lo largo de los años he ido conectando con mi esencia como Dragón Espectral y sintiéndome en total resonancia… en paralelo a mi proceso de conectar conmigo, aceptarme y amarme tal como soy, con mis luces y sombras. El conocer la energía de mi Kin me ha ayudado enormemente en mi proceso de integrar todo lo que soy… sigo en ello…

Me he reconciliado con mi “vena maternal”, aceptando que en mí hay siempre un impulso de “cuidar al otro”, atenderle, proporcionarle lo que necesita, darle apoyo y sustento… nutrirle en definitiva; pero también el Dragón me ha ayudado a descubrir que en la nutrición es necesario un equilibrio. Y la primera persona a la que necesito nutrir y cuidar es a mí misma.

Saber esto me ayuda a “refrenar” el impulso incesante del Dragón de iniciar, gestar, nutrir y parir proyectos/personas… ese impulso que me lleva a decir a todo que sí cuando me proponen algo o me piden ayuda. Al final mi vida estaba llena de compromisos de trabajo y personales, que realmente no me nutrían, pero que yo seguía nutriendo por ese compromiso de vida del Dragón “con sus retoños”. Ahora, antes de comprometerme en algo y poner toda mi fuerza nutridora en ello, me pregunto: ¿a qué o a quién estoy nutriendo?, ¿quiero nutrirlo?, ¿es adecuado para mí?…

Descubrir este concepto de “nutrición” ha sido vital para mí; y en esta actual etapa de vida, me ha ayudado a conectar de verdad con cómo quiero nutrir a los demás a través de mi labor profesional… de ahí la creación de Natalia Dragón Espectral.

La conexión con mi Tono Espectral (nº11) me dio el entendimiento de algo que me ocurría en mi vida de manera recurrente y al no encontrarle sentido, me estaba empezando a “emparanoiar” con que yo era “gafe”. Llegaba a un grupo nuevo, todo parecía muy armonioso y amigable y al poco tiempo, se empezaba a formar un caos (muchas veces por cosas que yo decía), que hacían explotar todo por los aires. Entonces solía ocurrir que el grupo se iba renovando por completo o yo finalmente me sentía tan ajena a él, que me terminaba yendo… Pensaba: ¡Si es que soy una rarita… no encajo en ningún sitio!.

Y mira por dónde, que la explicación de la energía del Tono Espectral, me hablaba de este proceso tal cual… el nº11 no permite el estancamiento. Cuando algo lleva tiempo muy estable y “acomodado”, suele aportar poco y necesita de un caos que movilice todo para generar un nuevo inicio e ir “a por un pasito más”. Eso siento yo de una manera totalmente inconsciente y “corporal” en un entorno estancado, encorsetado, apoltronado… y al final “algo pasa” o siento que ese no es mi lugar (toda mi vida entrando y saliendo de grupos, trabajos, relaciones, amistades, asociaciones, etc…). Igualmente, cuando en mi vida algo lleva ya tiempo en una rutina permanente, se inicia ese “run-run” interno, que hace que se ponga en marcha una nueva etapa de vida a través de movimientos caóticos.

Comprender este proceso natural en mí, ha supuesto dejar de pelearme con querer permanecer estable en mi vida, e integrar que mi vida va “a ciclos”.

Por un lado nutriendo y por otro desapegándome de “la criatura”… sintiendo que estoy en una incesante reinvención de mí misma, “dándome” nacimiento una y otra vez…

Comprender esto me ha dado paz interior en los procesos de “renacimiento” que, a veces, son completamente agotadores.

Esa misión de vida en la Onda Encantada del Mono, de la que me reía, por “tontuna”… ha resultado ser todo un reto. Especialmente cuando la energía del Mono, desde mi oráculo en mi Carta Natal Maya, es mi energía “antípoda”, la que necesito integrar en mí para sentirme más completa.

El Mono me recuerda que es mejor no tomarme a mí misma y a la vida tan en serio. El Dragón no puede estar siempre en una “agobiante” nutrición llena de responsabilidades… se trata de disfrutar en cada proceso de la vida.

Y se trata también de decidir de qué me nutro y a quién o qué nutro. De la misma manera, permitir que la vida me nutra, confiando en ella y “poniéndome en sus amorosas manos”… es así como el Mono, cual Niño Interior, descubre la conexión con la magia de la vida y se abre a sus regalos… ¡¡casi nada!!…

Esto me lo tengo que recordar a diario… pero ahora ya soy consciente de ello.

Conocer mi Carta Natal Maya y toda esta información ha supuesto un punto de inflexión en mi vida. Me ha ayudado a hacerme consciente de muchos procesos internos y a poder gestionarlos desde otro punto diferente, haciendo uso de todos los potenciales contenidos en mi propia energía vital.

Cada día tengo presente esta información y consolido mi conexión con mi esencia personal.

Sólo puedo decir GRACIAS a esta maravillosa herramienta y a toda su sabiduría.

IN LAK`ECH